Con la crisis del coronavirus, los hábitos y las formas de vida están cambiando. Últimamente nos llegan muchas solicitudes de personas que se quieren ir a vivir al pueblo. O bien se compran una casa para reformar o viajan a una que ya tenían, que usaban solo para los fines de semana, pero que ahora se ha convertido en un refugio estupendo para alejarse de la ciudad.
Claro que, al mudarnos para vivir en ella a diario, comienzan las dudas: ¿qué suelo le puedo poner? Estas son algunas de nuestras ideas.
Una tarima laminada con mucha veta
Una de las mejores opciones es elegir una tarima preciosa, con mucha veta, que tienda al roble y con un veteado entre negro y grisáceo. Esta combinación da una sensación potentísima de calidez y de confort. Y si quieres que el suelo tenga aún más fuerza, elige un laminado con textura. Alucinarás con este suelo.
Un suelo porcelánico
Si tienes mucho trote en casa, si sueles entrar con barro y necesitas algo que resista, escoge un porcelánico. Lo interesante es que existen con imitación a madera, pudiendo darle ese toque rústico del roble al suelo pero con las ventajas del porcelánico.
Un suelo hidráulico
Los hidráulicos son cerámicos con dibujos, es decir, es una pieza cerámica que tienen adherido un patrón. Aguantan muy, muy bien. Hay de dos tipos: los comunes y los artesanales. Los artesanales son mucho más bonitos, pero tienden a chupar agua y líquidos, por lo que tocará limpiarlos más a menudo, pero los comunes lo aguantan todo perfectamente.
¿Cómo? ¿Qué no sabes qué suelo elegir? Pues ponte en contacto con nosotros. Nuestra empresa de reformas estudiará tu casa de pueblo en Vitoria o alrededores y escogerá el mejor suelo para ti en base a tus gustos y a tu presupuesto